Comenzamos tamizando la harina en un bol, con la ayuda de un colador. (Esto se hace para eliminar los grumos que pueda tener la harina).
Añadimos la cucharadita de sal y ¼ de taza de azúcar. Removemos un poco para integrar los ingredientes.
Añadimos la mantequilla cortada en dados, que debe estar muy fría. Removemos con ayuda de una batidora durante 2 min. hasta que los ingredientes se hayan integrado bien y la consistencia de la masa sea arenosa. (La mantequilla se pone muy fría para formar una pasta arenosa, de lo contrario se convertirá en una masa pegajosa).
Batimos ligeramente el huevo (que también debe estar muy frío), y lo añadimos a la mezcla de harina y mantequilla, continuando batiendo durante aproximadamente 1 min. más o hasta que la mantequilla se haya incorporado a la harina. Si nota que la mezcla está aún muy seca, añada un chorrito de agua sólo para compactar la mezcla. (No añada demasiada agua, porque la mezcla quedará pegajosa y será muy difícil de manejar). La masa debe tener una consistencia firme que, al presionarla un poco, se compacte pero no se pegue a las manos).
Cuando la masa esté lista, la colocamos sobre papel film y la presionamos un poco para aplanarla lo más posible. La envolvemos en film transparente y la refrigeramos durante 2 horas para que la masa repose y se endurezca un poco.
Pasado el tiempo de reposo, sacamos la masa del frigorífico, retiramos el film transparente y la dividimos en 4 trozos, la aplastamos un poco (sin amasar) para integrarla de nuevo, sólo un poco para que la masa no se caliente.
Es el momento de formar la base. Sobre una superficie plana o encimera de cocina, espolvoreamos un poco de harina, colocamos la masa y espolvoreamos harina por encima, con un rodillo comenzamos a estirar la masa hasta que tenga medio centímetro de grosor y pueda cubrir el molde de tarta que tengamos en casa.
Una vez que tenga la masa estirada al tamaño de su molde (incluidas las paredes), ruédela un poco sobre el rodillo y colóquela sobre el molde (si su molde no es de teflón, le recomiendo que lo engrase previamente). Con la ayuda de sus manos, moldee la masa para adaptarla a la forma de su molde.
Cuando la masa esté bien adaptada a la forma de su molde, retire el exceso con un cuchillo o rodillo, pasando por los bordes y presionando un poco.
Refrigere el molde durante 15 minutos antes de hornearlo para que la masa se endurezca un poco.
Pasado el tiempo, sacamos el molde del frigorífico y lo cubrimos con papel de aluminio, dándole la forma del molde y añadiéndole un poco de legumbres para darle un poco de peso y que la masa no encoja al cocerla. (puede utilizar alubias, garbanzos, etc.).
Horneamos la base a 200 grados (C) durante 15 min.
Pasados 15 minutos, sacamos el molde del horno y retiramos el papel de aluminio con las legumbres que hemos puesto en él. Ten cuidado de no quemarte.
Batimos la yema de un huevo y barnizamos la base de la tarta para que adquiera un color dorado al hornearla. Volvemos a meterla en el horno y horneamos durante 15 min. a 180 grados.
Una vez transcurrido el tiempo de cocción, sacamos la base del horno y la dejamos enfriar completamente. Mientras preparamos el relleno.